Mes: junio 2014

Música para los sentidos – Maspaké

La programación “Música para los sentidos”  de Noain guardaba para el sábado al dúo Maspaké. Naiara y Javi Ruz tuvieron que marchar corriendo a cubierto con toda la panda de amigos de siempre y seguro que nuevos amigos de Noain porque la lluvia amenazaba con insonorizar sus tacones y entumecer los dedos que rasgan la guitarra.

Empezamos mal este concierto, Naiara. “La vida no entiende leyes” cantas y mi mandíbula choca contra el suelo como aquella escena de Jim Carrey en La Máscara. Mi ofensa personal queda hipnotizada por una pelea interior ¿Qué me gusta más? ¿La voz o la guitarra? ¿Por qué decidir?

No soy mucho de flamenco, aviso. Pero creo que en esta ocasión no es cuestión de gustos. Si te gusta la música, tienes que verles.

Maspaké es mucho más. Es la sensualidad del flamenco, es un baile de versiones de antes con toques propios de ahora, es un zapateao que no deja títere con cabeza, es la traqueteo de unas cuerdas, es un vestido rojo pasión que se pelea con la ternura de una bossanova y se entremezcla con la picardía de los ritmos funkies. Es un escenario que sostiene lo mejor de cada uno.

Aunque lleven muchos, muchos años detrás del micrófono se disculpan -como un niño al que se le acaba de caer una figurita del salón- por “cometer la osadía de versionear” a autores como Camarón, los Amaya, Ella Fitzgerald, Rumba Tres, Simon y Garfunkel, Pasión Vega, incluso al Rey del pop.

Tímidamente el público de Noain va echando unas palmas animados por la locura de las notas que juguetean entre los dedos de Javier y las bromas que Naiara comparte con el público sentado atento en sus butacas, pero que realmente está con ellos, entre las partituras y los vestidos que esconde tras el telón.

Se nota que comparten mucho más que la música. De vez en cuando a Javi se le escapa una mirada al techo. Quién sabe si estará buscando a ver de dónde ha caído ese ángel.

Pensaréis que es imposible, pero PALABRA que se puede pasar de la rumba y las manzanas mordidas al jazz en un segundo y ¡ZAS! en un saltito, a una nana. Y entre sueños renace el flamenco de nuevo y con más fuerza.

Máspaké es esto (ver vídeo).

Es empezar un concierto destrozando el suelo y acabarlo con el corazón desgarrado a ritmo de blues. 

 

Maspaké

Maspaké

Maspaké

Maspaké

Maspaké

 

Minimundos – 12 fotografías de Pablo Lasaosa

 

 

 

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En estos días que ya se empieza a cantar eso de «no hay en el mundo entero unas fiestas sin igual –riau,riau!- da gusto ver cómo alguien deja encima de la mesa las cartas para recordar que Pamplona es mucho más. Es mucho más que los adoquines de Estafeta pegajosos por una mezcla de kalimotxo, cerveza y otras cosas inexplicables que mejor no imaginar. Es mucho más que guiris descalzos o con chancletas. Es mucho más que toros. Mucho, mucho más.

Es un paseo por sus viejas calles. Estrechas. Por sus placitas pequeñas. Sus nuevos edificios modernos. Su gente de siempre. Los turistas de ahora.

Esta tarea la ha cogido con gusto Pablo Lasaosa. Este chico con amplia sonrisa nos regala un paseo por 12 de los lugares más típicos para un buen PTV (Pamplonica de Toda la Vida). Pero es un paseo diferente. Es una vuelta por cada sitio que nos hará sacar una gran sonrisa. Como la suya. Fijaos si es inmensa su sonrisa que es igual que sus fotos y sus fotos dan un giro 360. ¡Hasta marean! Y para que no os mareéis (y porque este es mi blog) os recomiendo una pieza para disfrutar durante. Música, maestro

Las 12 fotos escogidas con cariño, y seguro que con indecisión, de este astronauta son hechas con mucha perspicacia y agudeza tras el objetivo y destreza con el ordenador. Nos regala otra visión de puntos como la Plaza del Ayuntamiento, que acostumbrada a las miles de personas saltando sin parar, parece un balón de baloncesto, el Sadar que se asemeja a la tripa de una embarazada siendo el centro del campo, ¡PAM! el ombligo de la mamá, o la Plaza de Toros que parece una mirilla de una puerta. ¿A que nunca os lo podíais haber imaginado? Y hablando de imaginar. La colección tiene una única foto nocturna, la de la Plaza del Castillo ¿os imagináis si Pablo hubiera sacado esa foto con los mosaicos que tanto nos hacían imaginar de pequeños?

El paseo por los minimundos ha tenido lugar en la Sala de Hornos de la Ciudadela. ¿Será coincidencia que esta sala sea circular, al igual que las fotos? ¿Será coincidencia que la primera –o última según el gusto del visitante- fotografía sea la propia ciudadela? Yo creo que no. Los 12 minimundos de Pablo giran alrededor de otros muchos minimundos pamploneses que cuelgan del techo de la sala. Pamplona gira sobre sí misma. O esa es mi interpretación. 

 

Pd.: espero que me perdone por el guiño de mi fotografía. 

Música para los Sentidos – de Puerto Príncipe a Noain

Desde Haití traen un millón de notas y anécdotas que contarnos este grupo de profesores de la Escuela Joaquín Maya de Pamplona que hoy han luchado contra el viento para tocar las composiciones arregladas por John Jost.

John Jost, además de arreglista, es el Director de un campamento musical situado en un pequeño pueblito de Haití que desde arriba de las montañas da los buenos días. Cange es la localidad que alberga como consecuencia del terremoto de 2010 la Escuela de Música Saint Trinité de Puerto Príncipe.

Esta escuela nació hace 40 años unidos por un lenguaje común y universal LA MÚSICA. Más de 300 alumnos enseñan a muchísimos profesores y estos a los alumnos el sentido de la armonía, los tipos de melodías, las escalas, etc…para después demostrar lo aprendido regalándonos conciertos como los que varios de los profesores pamplonicas que el 14 de julio volarán de nuevo a la escuela haitiana. Antes de hacer la maleta, han colocado unas fotos que podréis visitar en Lorenea.

Las señoras de Noain que después de la piscina suelen ocupar los bancos de las calles para disfrutar con sus amigas, han colocado decenas de sillas para el disfrute de su pueblo, de los amigos de los músicos y de los curiosos que pasaban por allí. Bien sabemos que la música no entiende de edades y qué gusto ver cómo los niños corrían entre las divertidas corcheas que explotaban del clarinete para saltar al arco del violonchelista. A pesar del viento que ha tratado de aguarnos la fiesta haciendo volar las partituras, el público no ha querido perderse ni una sola de las piezas populares de origen haitiano.

Pero hay momentos para todo. Para las notas alegres y pizpiretas como también para los sonidos de lamentos y melodías pesadas y graves. Como bien explicaba uno de los músicos «a veces el lamento se oye más cerca. A veces más lejos». Pero entonces, sin dejarnos caer del todo, vuelve el violín devolviéndonos esa alegría que lo hace tan peculiar.

Gusto de ver cómo la gente se ha visto envuelta por los distintos pentagramas, cerraba los ojos y se dejaba llevar hasta esa escuela de Haití donde profesores y niños juegan con la música. Acompañados por la brisa y el resol de junio.

«Nadie se imagina lo que la música puede hacer en esos países»

John Jost

 

Podéis volver a escucharlos PINCHANDO AQUÍ y mañana no os perdáis a Erika Emizcoz y a Andoni Arcilla regalándonos temas de la América de los años 30 y 40  en la semana de Música para los Sentidos

 

Música para los sentidos

Música para los sentidos

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La Filmoteca con el cine

El viernes fui a la Filmoteca. Para los que no sepáis qué es o dónde está, os lo cuento. Es una organización, que está en el edificio de la Biblioteca General (sí, la de Mendebaldea) que se ocupa de la conservación, investigación y difusión de películas y obras audiovisuales. Para su misión difusora ponen a nuestra disposición, entre otras muchas cosas, una salita de cine. Los miércoles, jueves y viernes proyectan una peli a las 20h. Por 3 euros. Cada día está relacionado con un ciclo distinto. Ahora los miércoles ponen películas IMPRESCINDIBLES como la inolvidable -guiño, guiño- Memento de Christopher Nolan o la reciente Searching for sugar man (de la que os aconsejo su banda sonora), los jueves ronda entre el Foco Punto de Vista, Panorama Inaac o Navarra en los archivos, con por ejemplo una sesión de cortometrajes navarros de la década pasada, y para finalizar la semana con buen sabor de boca (palomitas saladas o dulces, al gusto) este mes,haciendo alusión a los 100 años del comienzo de la I Guerra Mundial, podemos ver cintas sobre Las dos guerras mundiales en el cine.

El viernes vi el Gran Desfile de 1925. Si os digo la verdad no supe a qué iba. Vi en la reseña «Guerra Mundial y Banda Sonora en directo» y no me hizo falta leer más. Cuando me senté, una de las personas organizadoras nos contó sobre el director, sobre la película, sobre el cine en esa época y sobre películas representativas del mismo calibre. También muchas anécdotas y curiosidades, como que el ministerio de defensa cedió muchísimas cintas de vídeo, ¡Incluso reclutas para filmar! ¡Qué gusto escuchar a gente con tanto conocimiento y tan enamorada del cine! No sólo eso, nos contó que era una película muda. Sí, culpa mía no haberlo imaginado, y que tenía una duración de 2 horas y media. «¿CÓMO?» Miré a un lado y al otro y pensé en huir despavorida. Pero algo me dijo que me tenía que quedar. No os voy a contar de qué la película porque para eso ya están ellos. Pero sin duda, hice bien en quedarme.

No puedo zanjar el tema sin contaros que además podéis pasear entre proyectores originales y de todas las fechas y echarle un vistazo a la colección de maquetas o posters de películas que rodean el hall.

Agradecer desde aquí el trabajo de todas esas personas que hacen que la Filmoteca sea posible y de qué manera. ¡Gracias por vuestra ilusión y conocimiento!

Os diré que merece siempre ir a aprender un poquito a la Filmoteca. Que la curiosidad te regala muchas sorpresas. Y que si os apetece ir al cine por poquito dinero, no lo dudéis, estas son las tres últimas películas de esta temporada: http://www.filmotecanavarra.com/es/programacion.asp?IdContenido=1

 

 

Pd.: espero que el pianista que se encargó de la bso en directo, sin partituras y sin descanso, se haya recuperado. Gracias a él también.

Con Pan de Molde (fanzine de ilustración)

Hoy presentamos una merienda nada convencional: Pan de Molde. Este fanzine está a punto de zanjar su segunda edición y dar paso a una tercera. Lo forman 4 chicas con la intención de unir a los amantes de los lápices y del papel. Y no contentas con eso, lo recaudado por la venta del fanzine, es donado a una causa benéfica.

 

– Se dice que de una boda, sale otra. En vuestro caso no hubo otra boda, pero dio lugar a un fanzine.

Maider y yo (Liébana) nos conocimos en la boda de un familiar común y empezamos a hablar. Le conté mi idea de hacer un fanzine con varios ilustradores. Le encantó. Al día siguiente tenía un mail suyo para ponernos en marcha. Teníamos claro que no queríamos que fuese un monográfico porque para eso existen otras vías, queríamos contar con más gente.

 

– Pasaron 5 meses desde esa boda hasta que el fanzine fue algo físico ¿qué fue lo más difícil de hacerlo nacer?

Sin duda, contactar con ilustradores y  moverlo. Nos abren la puerta para venderlo en muchos espacios porque tiene un fin solidario pero en otras ocasiones hay locales que nos han cerrado la puerta si no podían llevarse un porcentaje.

 

– Cómo surge el nombre de Pan de Molde?

Un día llegué con una lista gigante de nombres. En ese momento yo me hacía la lista de la compra usando nombres genéricos de las cosas en lugar de marcas: papel higiénico en lugar de Colhogar,  pasta de dientes en vez de Colgate y pan de molde en lugar de Bimbo. Además, no queríamos lo típico de “la brisa marina te susurra al oído”, que parece que cuando sales de la uni tienes que escribir cosas así, queríamos algo más callejero.

 

– El primer número se llama “Animalario/Bestiario” ¿de qué iba?

Fue cosa de Maider porque estuvo haciendo un máster en Valencia y tenía ganas de eso. Dentro de lo que cabe es un tema general, tú sabrás a qué le llamas animal o bestia ¿no?

Poniendo un tema acotas pero das total libertad a la imaginación de cada uno. Si lo ves en conjunto tiene cierta coherencia, pero si lo ves de manera individual puede tener un millón de perspectivas. De eso se aprende muchísimo.

 

–  En la primera tirada se imprimieron 250 ejemplares.  El dinero lo pusisteis vosotras pero las ganancias las donáis al comedor solidario París365 y a Caritas Donosti. ¿Cómo sobrevivís?

Malamente…de hecho el primer número nos salió bastante mal por mala gestión  y no recaudamos tanto como quisimos para la donación. Como en todo negocio, sobre todo si no tienes ayudas externas, siempre cuesta ser rentable y conseguir beneficios.  Además tienes que ser: ilustradora, empresaria, contable, gestora, editora, publicista… hay muchas cosas que se te van de las manos.

Pero pese a eso, igual no tenemos un sueldo, pero a mi Pan de Molde me da la vida.

Se vive del feedback que te da la gente, te hace estar motivada, se crea un dinamismo de trabajo y surgen más intereses porque conoces a mucha gente. Una cosa atrae a la otra.

La gente que vive de esto, como Jesús Sotés o Yolanda Mosquera, te da una respuesta y un apoyo enorme porque todos nos hemos visto en la misma situación.  Esta gente que no tiene porqué ayudarnos y que les hemos escrito por la cara nos da la enhorabuena por el proyecto. Eso te da vida y conocer a tus favoritos es increíble.

 

– En ese punto de ver que ni siquiera os daba para donar todo lo que queríais y menos para recuperar lo puesto ¿no dudasteis en dejar la solidaridad de lado?

No, lo contrario. Por eso para este número nuevo ya hemos espabilado, hemos mejorado dibujando y además hemos trabajado mucho mejor la contabilidad y la publicidad.

Por ejemplo con la publicidad el año pasado sólo se movía por el blog. Este año hemos llegado a más gente y  no sólo del entorno de la ilustración. Aparte, los ilustradores han sido muy responsables con el objetivo de participar (promover la ilustración y la solidaridad). Sí que nos gustaría seguir creciendo y si superásemos esa línea solidaria, lo invertiríamos en hacernos más grandes.

 

– El equipo se amplió en 2013, ¿os hicieron buena bienvenida?

 Escúchales pinchando aquí

 

– Os basáis en el principio de que aquí hay lugar para todos ¿o hace falta ser ilustrador?

Pero, ¿qué es ser ilustrador?

En el primero entraron los que había, sobre todo amigos nuestros, pero en el segundo ya tuvimos que restringir porque había muchísima gente y de todo tipo. Cualquiera puede participar, no hace falta más que tener ganas.

 

– Es muy original cómo definís a cada ilustrador. Por ejemplo a Liébana, Pan de Molde la define como: “Un ingrediente con aroma a tarde ventosa de otoño, sabor atemporal y un regusto dulce que va apareciendo poco a poco hasta inundarte por completo.”¿De dónde salen estas definiciones?

De la mente de Clara y Liébana.  A cada ilustrador se le hace una entrevista y de las respuestas y de lo que se le conoce, se le describe. Es la gracia de llamarse Pan de Molde, el juego con los ingredientes. Cada cosa de la cocina es lo que va formando este sandwich gigante que es Pan de Molde.

¡Te haremos una a ti con nuestras preguntas! ¡La entrevistadora entrevistada!

– ¿Qué pasa si algún día os llega el parón creativo y os quedáis en blanco?

No concibo la vida sin dibujar aunque sea de manera imaginaria. El cuerpo me pide crear.  Nuestra vida es tener ganas de dibujar, son nuestras ganas de vivir. Aunque no gane un duro, estoy super motivada porque tengo un proyecto en el que disfruto dibujando. Aunque yo esté tan triste y desganada que no pueda ni coger un lápiz, la creatividad está ahí, existe en mi mundo. Cuando no tenga ganas de dibujar será que estoy MAL en mayúsculas.

El vacío de la creatividad llegará cuando me muera.

 

Cerramos la entrevista cuando las chicas discuten por el cuadro más feo que cuelga en casa de sus padres.

 

                               Caricatura de Pan de Molde para Cultura por tu carita

(si pinchas sobre la foto iréis a su BLOG, mola mucho!)

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